Inseguridad en la Sanidad de Puig: un exaltado destroza el mostrador de un centro de salud
Ha sido requerida la intervención de un mediador policial para identificar al autor y denunciar ante el juez
Los sindicatos llevan meses reclamando más seguridad en los centros de salud ante la extrema saturación sin respuesta
El PP califica los hechos de "atropello a la dignidad de los profesionales"
La saturación que sufren los centros de salud de la Sanidad pública valenciana han desatado una ola de inseguridad y violencia y amenaza con provocar otro estallido en el sistema. El pasado fin de semana, un paciente exaltado profirió amenazas verbales a un médico en un centro de salud de esa misma ciudad al no serle atendida su petición de una crema. Según ha relatado el secretario general del Sindicato Médico de la Comunidad Valenciana (CEMS-CV) Víctor Pedrera en su cuenta de twitter el citado usuario rompió el metacrilato que protege e mostrador con bate. El golpe, según el presidente de este mismo sindicato Alejandro Calvente, fue de tal contundencia que no sólo afectó al mostrador. Además, dañó los ordenadores que se hallaban sobre el mismo.
La situación mantiene en estado de permanente tensión a los profesionales. Los hechos son de tal gravedad, que según fuentes del citado sindicato, la presidenta del Colegio Oficial de Médicos de Castellón (COMCAS) Eva Suárez ha puesto en marcha el protocolo ante este tipo de casos, que exige la participación de un mediador policial con el fin de descubrir la identidad del supuesto autor y efectuar la correspondiente denuncia tanto ante la Policía de Castellón como ante la autoridad judicial.
Según fuentes sanitarias próximas al caso, los hechos arrancan el jueves, cuando el citado paciente solicitó una crema en el centro de salud de Gran Vía, en Castellón. Como no se la dieron, regresó al día siguiente y con un instrumento contundente -las fuentes hablan de una porra o bate- golpeó contundentemente el mostrador, que quedó destrozado. Las consecuencias del golpe afectaron también a unos ordenadores que había sobre el citado mostrador.
Robos, hurtos y agresiones
No es la primera vez que episodios relacionados con la inseguridad asolan la Atención Primaria valenciana. El pasado 21 de diciembre, OKDIARIO ya publicó que robos, hurtos y agresiones constituían el otro calvario que viven los sanitarios valencianos de primera línea en el Sistema Público de Salud.
Otro sindicato, CSIF, ha venido denunciando también la falta seguridad en los centros de salud valencianos. La última vez, el pasado diciembre, a consecuencia de cuatro supuestos robos y un quinto en grado de tentativa en las Urgencias de Puntos de Atención Continuada de Castellón. Además, ya entonces reclamaba al Gobierno valenciano que preside el socialista Ximo Puig más seguridad para el personal sanitario, una exigencia que ha venido reiterando desde los primeros incidentes en febrero de 2021, tal como en su día publicó OKDIARIO.
Oleada de reacciones
Ahora, COMCAS no sólo ha denunciado el citado caso de las amenazas verbales y la pintada aparecida en la fachada del citado centro de salud, sino que además, a través de un comunicado ha mostrado su «total apoyo» a los médicos y al personal sanitario y ha pedido a las autoridades «que adopten medidas» para evitar este tipo de actos.
Por su parte, CESM-CV, a través de Víctor Pedrera, ha manifestado a OKDIARIO que este tipo de reacciones son «totalmente injustificables e inadmisibles» y ha destacado que «proliferan en momentos como el actual, cuando tenemos nuestra Atención Primaria sumida en el caos».
Los responsables «del mal funcionamiento de la Sanidad pública no somos los médicos», ha dicho. Y ha pedido que las críticas se dirijan «a quién verdaderamente es responsable y, por supuesto, en términos legales y respetuosos».
El Partido Popular, a través de su portavoz de Sanidad en las Cortes Valencianas José Juan Zaplana ha calificado en declaraciones OKDIARIO los hechos como: «Un atropello a la dignidad de los profesionales» y ha criticado la «mala gestión política» por parte del Gobierno de Ximo Puig: «Llevan 20.000 planes y no han resuelto nada».